Modena y Emilia

Emilia es una tierra de buenas prácticas y Módena es la capital de los motores, del buen canto y del vino Emiliano. Cuando hablamos de motores pensamos inmediatamente a la Ferrari; cuando nos referimos al canto la mente invoca al maestro Luciano Pavarotti; y cuando hablamos del vino sin duda el soberano resulta ser el Lambrusco, acompañado igualmente de los vinos blancos los cuales ya poseen una solida reputación. Módena vio nacer al Lambrusco el cual, a mediados del ochocientos, se servía en las tabernas en su versión de vino de aguja con segunda fermentación en botella. Hoy en día ese tipo de fermentación, utilizada excepcionalmente, ha sido substituida por el método en autoclave.